Antítesis 29

- ¿Lo tienes todo?
- Sí, al menos eso espero - dijo Mist mirando preocupada su gran maleta - si se me olvida algo jamás podré volver a por ello.
Cisne Negro posó su mirada en cada rincón de la estrella, esa a la que había visto nacer, crecer... Y ahora estaba apunto de apagarse.
Mist no se atrevió a mirar, demasiado equipaje llevaba ya. Tanto en su maleta como en su corazón.
- Un placer escribir contigo, pequeña.
Ambas sonrieron y acabaron por abrazarse,
- Suerte con tus nuevas historias - le deseó Mist.
- Lo mismo digo.
Y entonces, un resplandor. Fuerte, Muy fuerte. Tanto que llegaba a cegar. ¿Qué esperar de estrella de semejante tamaño?
Y es que, incluso la estrella más grande, un día se apaga.

Escribí esto en 2014. Antes de terminar bachillerato.
Comencé en secundaria, un época para no volver. Una época de lágrimas e inseguridades. Es lo que tiene la adolescencia.
Terminé la historia de Mist y Shade en bachillerato. Un época dorada. Me sentía más segura, más plena, más feliz. Conocí a gente maravillosa. Me enamoré. Logré metas. Crecí. En esto podría quedar resumido la historia de estas hermanas.
Ahora, habiendo superado más de la mitad de la carrera, me siento lejana a estos personajes tan contrastados. Creo que por eso es momento de publicar la despedida que, hace tanto tiempo, escribí para ellas.
Su estrella se ha apagado, pero mi universo ha crecido. Sigo enamorada. Me siento más segura de mi misma. Estoy feliz y a gusto con mis amistades. Sí, también tengo problemas con la familia (pero me siento apoyada), vivo estresada (pero forma parte de mí y he aprendido a convivir con el estrés y el agobio, también he aprendido a dejarlo de lado gracias a los primeros suspensos, me he caído y he visto que no pasaba nada porque me he vuelto a levantar) y aún lloro (pero solo es un deshago a veces necesario, ya no me hundo ni me ahogo en mi propia pena).
Sabiendo esto, si continuo analizando cómo me siento a través de la escritura, creo que es mejor que lo haga de la mano de otro personaje. Así, en singular. Sin falsas mitades. Dejaré de lado a la sombra y a la niebla, estando siempre agradecida con ellas.
Seré como una persona completa que vive y crece y que, por tanto, tiene muchas perspectivas de la cosas. No voy a dividirme. Voy a dejar que me complementen.

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