Antítesis 26
A nadie le gusta perderse. Obviamente a Shade tampoco. La gustaba estar prevenida. Creía que si pensaba mucho en cuándo y cómo caería el golpe dolería menos.
Hasta ahora la había funcionado pero esto iba a ser distinto seguro. No sabía qué esperar y, aunque la costaba admitirlo, estaba aterrada.
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