3. Quién pudiera ser girasol
Comienza por un no se qué y sigue vete tú a saber por qué cosa.
El caso es que carcome, nubla, corrompe. Fatiga, agota, cansa.
Y ella se pierde. Y gira. Y retorna. Y vuelve otra vez.
Duda. Duda y no se encuentra.
Y, cuando quiere darle otra vuelta, cae.
Frente a sí, un zarzal.
Espinas que arañan.
Que son brazos que encadenan, que aprisionan, que asfixian.
Tras ella, sombra.
Sombra que ciega.
Que es un abrazo que hiela, que paraliza, que consume.
Y encima el sol.
Si tan solo pudiera verlo...
Quisiera ser un campo de girasoles.
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