Harry Potter y la piedra filosofal. JK Rowlling

Título: Harry Potter y la piedra filosofal.
Autor: Joanne Rowling.
Año de publicación: 1998.
Sinopsis: Harry Potter se ha quedado huérfano y vive en casa de sus abominables tíos y del insoportable primo Dudley. Harry se siente muy triste y solo, hasta que un buen día recibe una carta que cambiará su vida para siempre. En ella le comunican que ha sido aceptado como alumno en el colegio interno Hogwarts de magia y hechicería.
A partir de ese momento, la suerte de Harry da un vuelco espectacular. En esa escuela tan especial aprenderá encantamientos, trucos fabulosos y tácticas de defensa contra las malas artes. Se convertirá en el campeón escolar de quidditch, especie de fútbol aéreo que se juega montado sobre escobas, y se hará un puñado de buenos amigos... aunque también algunos temibles enemigos. Pero sobre todo, conocerá los secretos que le permitirán cumplir con su destino. Pues, aunque no lo parezca a primera vista, Harry no es un chico común y corriente. ¡Es un verdadero mago!

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Como ya he dicho varias veces, Harry Potter siempre fue mi cita pendiente. Nunca lo leí cuando era pequeña porque estuve entretenida con otras historias (de las que espero sacar tiempo para reseñar también por aquí). Me parece importante recalcar esto porque los sentimientos que ha podido despertarme ahora (con 21 años) son muy distintos a los que me habría despertado si lo hubiera leído antes.
No me he sentido compañera de estos niños con los que tanta gente ha ido creciendo. No he sentido deseos de que me llegue una carta de Hogwarts. No he querido vivir sus aventuras. Es algo que me he perdido y que no voy a poder recuperar.
Pero sí me he dejado arrastrar mucho por los sentimientos que la autora es capaz de transmitir. He sentido pena, miedo y angustia. He palpado la amistad y la camaradería. Me he emocionado. Creo que yo me quedo con esa magia que encierran las páginas de Harry Potter. Con la magia del sentir. Porque la magia que ven los ojos de un niño ya la he perdido y no creo poder revivirla en mí (lamentablemente), al menos no lo he hecho con este primer libro. Veré si con los demás.
Tras explicar esto, os dejo con otros datos que resaltar de este libro:

  1. Me ha sorprendido el instinto maternal que me ha despertado Harry. No me lo esperaba. Ha sido raro. Me he sentido muy Molly Weasley. Digo raro, pero también me ha gustado mucho.
  2. Adoro a Hagrid y a Dumbledore. A lo largo de la saga supongo que me encariñaré con más personajes, pero de momento destaco a estos.
  3. Me identifico mucho con Hermione. También con Neville Longbottom. Y sí, sé que son dos personajes opuestos, pero me identifico igual.
  4. Me gusta mucho la estructura del libro. Cómo narra. Ese comienzo con Harry teniendo 1 año, luego pasando a tener 11. Las descripciones que hace de sus familiares, de la situación que vive en casa... Toda esa primera parte para mí fue muy intensa. 
  5. Me gusta también cómo divide el mundo muggle y el mundo mágico.
  6. Me he emocionado. De verdad. Y recalco aquí el instinto de protección que siento con Harry. Casi se me saltan las lágrimas con el espejo de Oesed. Lo mismo cuando Hagrid le entrega fotografías de sus padres. Admiro la capacidad que JK tiene para transmitir emociones (o al menos la que tiene conmigo).
Y creo que eso es todo por hoy. Espero haberme explicado bien y que os haya gustado esta reseña (de un libro que yo creo es para niños) desde los ojos de una medioadulta (no sé si con 21 considerarme adulta entera, desde luego, no quiero hacerlo xD).



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