Memorias de un sueño interrumpido 10. Oigo hoy cuanto oí

Los ecos del pasado aún siguen gritándome... Haciéndome recordar todo aquello que en algún momento sentí, aquello que viví con ilusión y todos los errores que cometí...
Los recuerdos se apoderan de mi mente y traen consigo aquellas fantasías de niños, aquellos juegos infantiles, todas las risas, todas las lágrimas...
Pero los fantasmas del pasado son tan sólo sombras difusas, se apoderan de mi mente y de mi vida pero no se dejan ver con claridad; se desvanecen en la memoria donde algunos permanecerán encerrados para siempre, esperando anhelantes ser rescatados... Otros en cambio volarán a lomos de la infancia y la inocencia que un día perdí...
Juventud, divino tesoro, 
ya te vas para no volver...
(Rubén Darío)



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