Antítesis 10

Cuando el frío calaba los huesos a Mist, ésta pedía con urgencia un abrazo, de esos que dicen "no te soltaré nunca, por nada del mundo".
En cambio, cuando Shade sentía sus huesos tiritar, pedía a gritos un beso, de esos que transmiten un "ya me encargaré yo de darte calor, preciosa".

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