Antítesis 15

El primer picotazo se lo dio ese cuervo de ojos grises. Luego los demás se abalanzaron sobre ella y ya no pudo calcular la cantidad de arañazos que recibió. Mist solo sabía que dolía, que dolía y mucho.
Lo peor es que había adorado a ese cuervo, que le encantaba mirar esos ojos grises, que había pensado que incluso él la apreciaba...
... al final resultó que él era el peor de todos, 
el que más daño le había hecho.

Comentarios