Aviones de papel, barcos de vapor 22

Aunque Marinero odiaba volar siempre andaba con pájaros en la cabeza y a pesar de que Chica Pájaro odiaba navegar siempre andaba sumergida en un mar de dudas.
Parecía que estos jamás estaban de acuerdo nada pero sí, había algo en lo que coincidían. Por muchos pensamientos que tuviera él en la cabeza y muchas dudas que la rondaran a ella siempre acaban levantando la cabeza para mirarse a los ojos y susurrase con los labios apunto de rozarse un "te quiero" salado como el mar y tierno como una nube.


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