Aviones de papel, barcos de vapor 21

Me importas.
Esas fueron las únicas palabras que se dijeron al volverse a ver, después de aquella espantosa discusión. Tras eso algo dentro de Soldado se activó y, deseoso de contarle todo absolutamente todo a Bailarina se la llevó al pequeño piso que había alquilado en la cuidad.
La chica recuerda que al llegar el hombre se desmoronó y le fue imposible articular palabra, pues tan solo fue capaz de llorar. Recuerda que pasó toda la noche tirada en el suelo, apoyada en la puerta del recibidor, abrazándole.
Ya habría tiempo de contárselo todo al día siguiente.


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