Aviones de papel, barcos de vapor 15. Una pesadilla envuelta en llamas

Extendió el brazo buscando en la inmensa oscuridad el interruptor, la pequeña lámpara iluminó la estancia con una tenue luz pero para Bailarina sería suficiente.
Se giró con cuidado intentado no despertar a Soldado, que dormía plácidamente a su lado, con el torso desnudo y el resto de su cuerpo cubierto tan sólo por la sábana. Le observó un momento antes de dejar que su mirada se perdiera.
Aun o podía creer que lo hubiera hecho pero tras aquel beso... ¿Cómo iba a negarse?
Volvió la mirada hacia él creyendo que se habría despertado pero no era así, tan sólo hablaba en sueños. Por un momento deseó saber qué pasaba por su cabeza.

El humo se extendía por todo el bosque, Soldado corría tanto como podía pero cuando llegó ya era tarde.
Los gritos que había estado oyendo durante su carrera parecían haber enmudecido de repente, las llamas devoraban todo a su paso, el fuego seguía extendiéndose sin que nadie pudiera hacer nada para evitarlo, el humo impedía ver algo de lo que había sido su casa.


- Tengo que ayudarles.

Bailarina empezó a preocuparse, lo que antes era un semblante sereno ahora estaba desencajado por el horror y el miedo. Soldado empezó a gritar cosas que no llegó a entender.
Le zarandeó el brazo pero fue inútil, no se despertaba. Gritó su nombre, le abofeteó... Nada.

Tras observar horrorizado el incidente no puedo quedarse parado por más tiempo. Debía hacer algo y no lo pensó mucho antes de echar a correr.
No escuchó los gritos que le pedían parar, simplemente se adentró en la casa y...


Un grito, la respiración agitada, el sudor en su frente.

- Tranquilo - esas fueron las únicas palabras que se le ocurrió decir a Bailarina - estoy aquí.
Soldado empezó a recobrar la conciencia, abrazó con fuerza a la mujer y no pudo evitar llorar a pesar de saber que sólo era una pesadilla más, otra de tantas.
Bailarina no lo apartó de su lado en lo que quedó de noche, le dejó con la cabeza apoyada en su pecho y veló por su sueño temerosa de que se volviera a repetir el suceso. Cuando amaneciera averiguaría qué le pasaba.


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